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El Alma de los Órganos

25 octubre, 2012

No he podido quedarme impasible ante las declaraciones hechas por Mariló Montero, una presunta periodista – y digo presunta porque me duele en el alma llamar periodista a alguien que demuestra ser tan corta de miras – de TV1 que presenta un programa por las mañanas. En este programa, al hacer el cierre, sacó a colación una reflexión sobre el crimen de Salobral, en que una persona había matado a dos personas, suicidándose posteriormente, y se había filtrado que posiblemente iban a usar sus órganos para trasplantarlos a otras personas que lo necesitaran. Aquí están las declaraciones:

Veamos, antes de nada, aclaremos un poco los términos:

Alma.     1. f. Principio que da forma y organiza el dinamismo vegetativo, sensitivo e intelectual de la vida. 2. f. En algunas religiones y culturas, sustancia espiritual e inmortal de los seres humanos.

Órgano. Cada una de las partes del cuerpo animal o vegetal que ejercen una función.

Yo no puedo explicar qué es un alma, pero sí que puedo explicar qué es un órgano. Mucha gente, cuando piensa en un órgano, se imagina una estructura compacta e indivisible, que lleva a cabo una sola función. Pero esto no es así. Un órgano es un conjunto de tejidos especializados, que a su vez están formados por millones de pequeñas células, cada una con su función.

Esto es un órgano. Concretamente un corazón. Pero a la derecha también encontramos representado el mismo corazón, solo que desde un punto de vista microscópico. El corazón está formado por diferentes tejidos (muscular, tejido conjuntivo, tejido epitelial, tejido nervioso y de conducción,…), con millones de diferentes tipos de células (miocárdicas, fibroblásticas, epiteliales, endoteliales,…). Cada célula contiene diferentes orgánulos y estructuras en su interior (mitocondrias, lisosomas, retículo endoplasmático, núcleo, aparato de Golgi, etc.), que a su vez cumplen con una función específica.

Decidme, por favor, ¿en qué lugar de esta compleja estructura estaría el alma? ¿En qué compartimento celular se guardaría? ¿En las mitocondrias? ¿O quizás en el núcleo, juntamente con el DNA? ¿O ocuparía la totalidad de las células? ¿O se limitaría a los espacios extracelulares?

Además, independientemente de las creencias de cada uno, ¿qué clase de persona es capaz de desear que una persona muera, antes que qué reciba los órganos de un presunto asesino, porque una reminiscencia de su alma puede quedar allí? Porque lo dice alto y claro: «He sentido tranquilidad al saber que los órganos de este hombre no van a dar vida a nadie. Sinceramente«. Añado, ¿qué implicaría que la supuesta alma de este hombre permaneciera en los órganos? ¿Significaría eso que el receptor se convertiría en un asesino de repente? ¿O simplemente empezaría a ser peor persona? ¿O Dios le castigaría por los pecados que cometió el dueño de ese órgano?

También me llama la atención la forma en que se aprovecha de las declaraciones de la Organización Nacional de Trasplantes, en que ésta desmiente que vayan a usar los órganos de este hombre, incluso antes de conocer los resultados de la autopsia. Mariló se agarra a esto como a un clavo ardiendo, insinuando que el motivo subyacente a esta decisión es el temor a que el alma acompañe al órgano. Por suerte, la misma organización dejó muy claro que los motivos que los llevan a rechazar trasplantes son las condiciones de la muerte del donante, no sus prácticas o sus acciones cuando estaba vivo.

En definitiva, querida Mariló: Desde luego que tú no aceptarías un trasplante de un asesino. Al fin y al cabo, no llevas 10 años en una lista de espera y tu vida no depende de ese trasplante. Pero estoy segura de que si esta señora se viera en esa situación, se le quitarían todas las manías. Y es que la identidad del donante se mantiene en secreto para el receptor. Esto me recuerda a las justificaciones de los anti-abortistas, que abogan por la prohibición del aborto para «salvar las almas de los pecadores que están a favor». Esto sería lo mismo, pero para proteger la integridad de los receptores ante un alma maligna que puede apoderarse de su cuerpo. Vamos, un chiste.

2 comentarios leave one →
  1. Тро́ллинг permalink
    26 octubre, 2012 15:37

    No sabes nada, Jon Nieve. Cada pedacito de alma de un individuo se guarda en el nucléolo de sus células y forma parte de la información genética del individuo. Es un hecho aceptado unánimamente en la comunidad científica, y que numerosos biólogos de renombre, como Jiménez Losantos o César Vidal, han explicado alguna vez en reuniones de la Conferencia Española de Decanos de Biología. Se explica en el Grado de Medicina de cualquier Universidad Católica como Dios manda. Estos laicos…

  2. india permalink
    6 diciembre, 2012 21:02

    impresionante reflexión en este escrito acerca de la donación de órganos. Esperemos que la señora Mariló o otros que piensen como ellos no se vean en la situación de necesitar un órgano ya que en ese momento no creo que reflexionen en que lugar de ese deseado órgano se encuentra el alma….

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